viernes, 24 de diciembre de 2010

Esta noche, es la gran noche.

He pensado amigo mío, que es de obligado cumplimiento en un día como hoy, hacer una entrada para vivir otro año más el nacimiento del Niño Dios. Y que mejor que con el Sermón sobre la Natividad de San Gregorio de Nisa (hacia 335-395), monje y obispo.

« Hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador». Hermanos, advertidos del milagro, vayamos como Moisés a ver esta cosa extraordinaria (Ex 3,3): en María, la zarza ardiendo no se consume; la Virgen da a luz sin sufrir menoscabo... ¡Corramos, pues, a Belén, la pequeña ciudad de la Buena Noticia! Y seamos verdaderos pastores, si permanecemos despiertos en nuestra guardia, es a nosotros que se dirige esta voz de los ángeles que anuncian un gran gozo...: «¡Gloria a Dios en lo más alto del cielo, porque la paz baja a la tierra!».
Allí donde ayer sólo había maldición, lugar de guerra y exilio, he aquí que la tierra recibe la paz, porque hoy «la fidelidad brota de la tierra y la justicia mira desde el cielo» (Sl 84,12). Éste es el fruto que la tierra da a los hombres en recompensa de la buena voluntad que va a reinar entre los hombres (Lc 2,14). Dios se une al hombre para levantar al hombre hasta la altura de Dios. Con esta buena nueva, hermanos, salgamos para Belén a fin de contemplar... el misterio del pesebre: un niño recién nacido envuelto en pañales descansa en un establo. Virgen después del parto, la Madre incorruptible abraza a su hijo. Repitamos con los pastores las palabras del profeta: «Lo que habíamos oído lo hemos visto en la ciudad de nuestro Dios» (Sl 47,9).
¿Pero por qué el Señor busca refugio en esta cueva de Belén? ¿Por qué dormir en un establo? ¿Por qué mezclarse con los del censo de Israel? Hermanos, el que trae la liberación al mundo viene a nacer en nuestra esclavitud de muerte. Viene a nacer en esta cueva para mostrarse a los hombres inmersos en tinieblas y sobras de muerte. Está acostado en un establo porque es él Aquel que hace crecer la hierba para el ganado (Sl 103,14), es el Pan de Vida que alimenta al hombre con un alimento espiritual para que también viva en el Espíritu... ¿Es que hay una fiesta más dichosa que la de hoy? Cristo, el Sol de justicia (ML 3,20), viene a iluminar nuestra noche. Se levanta lo que estaba caído, el que estaba vencido es liberado..., el que estaba muerto vuelve a la vida... Cantemos hoy todos a una sola voz, sobre toda la tierra: «Por un hombre, Adán, vino la muerte; por un hombre, hoy viene la salvación» (cf Rm 5,17).


Espero que hayas disfrutado con este sabio sermón. Vivamos esta fiesta en recogimiento, rodeados de toda nuestra familia, sintiendo muy cerca al recién nacido Niño Dios. Nuestro Salvador.
Y siempre con los pies anclados en nuestro hogar, en la tierra, y con la cabeza bien arriba, en el Cielo.

¡Feliz Navidad!
¡Feliz Nochebuena!

jueves, 23 de diciembre de 2010

Mejores momentos del Ejecutivo sobre la crisis económica



El video es digno de ver para asistir a la gran mentira de la actual legislatura socialista.
Por fin el presidente del Gobierno, aunque eligió el día de la lotería de Navidad, asume el desastre económico nacional y admite que la economía española va a tardar al menos otros cinco años en salir del pozo y que el proceso de recuperación lo van a liderar las autoridades europeas.
Libertad Digital nos informa de que “Zapatero asume que la sangría laboral continuará durante un lustro y se pone en manos de Ángela Merkel para evitar la suspensión de pagos”, algo que no ha querido nunca admitir.
No debemos olvidar que hasta no hace mucho llamaba "
antipatriotas" y "apocalípticos" a los que advertían de que la economía nacional iba a caer si se continuaba el despilfarro de fondos públicos y se aplazaban las reformas estructurales. Según parece, España va a estar intervenida y las órdenes vienen de fuera, un buen balón de oxigeno para todos los españoles aunque la imagen al exterior sea de una debacle económica.
Confiemos que el próximo discurso del presidente sea "el mejor mensaje para los mercados". Y ya que estamos en Navidad, esperamos que con el espíritu navideño, acabe todo por cumplirse y salgamos de esta pesadilla económica y del tsunami del desempleo.
Cada día que pasa, veo con más claridad que el timón lo va coger ya con manos firmes el PP y que se vislumbra como heredero de tan complicada situación a nuestro capitán Mariano Rajoy.


Pero esto tiene que cambiar, esto... va a cambiar y lo cambiaremos entre todos.
Muchas gracias.


domingo, 19 de diciembre de 2010

Relato de los tres Reyes Magos

Esta es una historia que todo familia cristiana tiene que conocer y contar a sus hijos en ese momento el que surgen esas dudas tan oportunas. Tenemos que estar preparados. Es una historia tan bonita y entrañable que cuando me llegó por vía e-mail me alegró enormemente pero también me entristeció un poquito. Me entristeció porque mis padres no llegaron a contármela y eso sí que hubiera significado mucho dentro de mí. Ahora a tí te ha llegado, ya me contarás lo que te ha hecho sentir. Pienso que ahora vas a tener "un debe" con tus familiares y amigos. Léela despacio y disfruta con ella.

"Erase una vez... un padre que se había sentado al llegar a casa, dispuesto a escucharle como todos los días lo que su hija le contaba de sus actividades en el colegio, cuando ésta en voz algo baja, como con miedo, le dijo: - ¿Papa? - Sí, hija, cuéntame - Oye, quiero... que me digas la verdad - Claro, hija. Siempre te la digo -respondió el padre un poco sorprendido - Es que... -titubeó Cristina - Dime, hija, dime. - Papá, ¿existen los Reyes Magos? El padre de Cristina se quedó mudo, miró a su mujer, intentando descubrir el origen de aquella pregunta, pero sólo pudo ver un rostro tan sorprendido como el suyo que le miraba igualmente. - Las niñas dicen que son los padres. ¿Es verdad? La nueva pregunta de Cristina le obligó a volver la mirada hacia la niña y tragando saliva le dijo: - ¿Y tú qué crees, hija? - Yo no sé, papá: que sí y que no. Por un lado me parece que sí que existen porque tú no me engañas; pero, como las niñas dicen eso. - Mira, hija, efectivamente son los padres los que ponen los regalos pero... - ¿Entonces es verdad? -cortó la niña con los ojos humedecidos- ¡Me habéis engañado! - No, mira, nunca te hemos engañado porque los Reyes Magos sí que existen -respondió el padre cogiendo con sus dos manos la cara de Cristina. - Entonces no lo entiendo papá. - Siéntate, cariño, y escucha esta historia que te voy a contar porque ya ha llegado la hora de que puedas comprenderla -dijo el padre, mientras señalaba con la mano el asiento a su lado. Cristina se sentó entre sus padres ansiosa de escuchar cualquier cosa que le sacase de su duda, y su padre se dispuso a narrar lo que para él debió de ser la verdadera historia de los Reyes Magos: -Cuando el Niño Dios nació, tres Reyes que venían de Oriente guiados por una gran estrella se acercaron al Portal para adorarle. Le llevaron regalos en prueba de amor y respeto, y el Niño se puso tan contento y parecía tan feliz que el más anciano de los Reyes, Melchor, dijo: - ¡Es maravilloso ver tan feliz a un niño! Deberíamos llevar regalos a todos los niños del mundo y ver lo felices que serían. - ¡Oh, sí! -exclamó Gaspar-. Es una buena idea, pero es muy difícil de hacer. No seremos capaces de poder llevar regalos a tantos millones de niños como hay en el mundo. Baltasar, el tercero de los Reyes, que estaba escuchando a sus dos compañeros con cara de alegría, comentó: - Es verdad que sería fantástico, pero Gaspar tiene razón y, aunque somos magos, ya somos ancianos y nos resultaría muy difícil poder recorrer el mundo entero entregando regalos a todos los niños. Pero sería tan bonito. Los tres Reyes se pusieron muy tristes al pensar que no podrían realizar su deseo. Y el Niño Jesús, que desde su pobre cunita parecía escucharles muy atento, sonrió y la voz de Dios se escuchó en el Portal: - Sois muy buenos, queridos Reyes, y os agradezco vuestros regalos. Voy a ayudaros a realizar vuestro hermoso deseo. Decidme: ¿qué necesitáis para poder llevar regalos a todos los niños? - ¡Oh, Señor! -dijeron los tres Reyes postrándose de rodillas. Necesitaríamos millones y millones de pajes, casi uno para cada niño que pudieran llevar al mismo tiempo a cada casa nuestros regalos, pero no podemos tener tantos pajes, no existen tantos. - No os preocupéis por eso -dijo Dios-. Yo os voy a dar, no uno sino dos pajes para cada niño que hay en el mundo. - ¡Sería fantástico! Pero, ¿cómo es posible? -dijeron a la vez los tres Reyes con cara de sorpresa y admiración. - Decidme, ¿no es verdad que los pajes que os gustaría tener deben querer mucho a los niños? -preguntó Dios. - Sí, claro, eso es fundamental - asistieron los tres Reyes. - Y, ¿verdad que esos pajes deberían conocer muy bien los deseos de los niños? - Sí, sí. Eso es lo que exigiríamos a un paje -respondieron cada vez más entusiasmados los tres. - Pues decidme, queridos Reyes: ¿hay alguien que quiera más a los niños y los conozca mejor que sus propios padres? Los tres Reyes se miraron asintiendo y empezando a comprender lo que Dios estaba planeando, cuando la voz de nuevo se volvió a oír: - Puesto que así lo habéis querido y para que en nombre de los Tres Reyes de Oriente todos los niños del mundo reciban algunos regalos, YO, ordeno que en Navidad, conmemorando estos momentos, todos los padres se conviertan en vuestros pajes, y que en vuestro nombre, y de vuestra parte regalen a sus hijos los regalos que deseen. También ordeno que, mientras los niños sean pequeños, la entrega de regalos se haga como si la hicieran los propios Reyes Magos. Pero cuando los niños sean suficientemente mayores para entender esto, los padres les contarán esta historia y a partir de entonces, en todas las Navidades, los niños harán también regalos a sus padres en prueba de cariño. Y, alrededor del Belén, recordarán que gracias a los Tres Reyes Magos todos son más felices. Cuando el padre de Cristina hubo terminado de contar esta historia, la niña se levantó y dando un beso a sus padres dijo: - Ahora sí que lo entiendo todo papá. Y estoy muy contenta de saber que me queréis y que no me habéis engañado. Y corriendo, se dirigió a su cuarto, regresando con su hucha en la mano mientras decía: - No sé si tendré bastante para compraros algún regalo, pero para el año que viene ya guardaré más dinero. Y todos se abrazaron mientras, a buen seguro, desde el Cielo, tres Reyes Magos contemplaban la escena tremendamente satisfechos.

Después de esta entrañable historia no me queda otra cosa que desarte una ¡FELIZ NAVIDAD! y un año próximo lleno de alegrías.


Le pediré a ese Dios que se hace Niño que nos conceda estar con los pies en el suelo y la cabeza en el Cielo.

Un fuerte abrazo.
Muchas gracias... cargadas de muchas ilusiones.

sábado, 11 de diciembre de 2010

¿Y si cambiamos el rumbo?.

Tenemos que saber trasmitir a nuestro presidente D. José Luis Rodríguez ZP que piense que lo que le estamos trasmitiendo los ciudadanos españoles a voz en grito es una realidad sin precedentes: ¡Convocar elecciones anticipadas! Pero que lo haga cuanto antes, este barco en el que navegamos bajo un gran temporal ha hecho ya mucha agua, ¡Está zozobrando! ¡Nos hundimos! España necesita un nuevo capitán, una tripulación renovada, con entusiasmo, fresca, con ideas claras del nuevo rumbo a trazar en la carta náutica. Realizando ciertos resguardos ante posibles complicaciones de poco agua cerca de costa, evitando los canales angostos, Y siempre, todo bien supervisado por un gran capitán, uno con el título renovado. Porque ya lo dejó bien escrito el gran presidente americano Abraham Lincoln: No se puede crear prosperidad desalentando la Iniciativa privada, no se puede fortalecer al débil, debilitando al fuerte, no es posible ayudar a los pequeños, aplastando a los grandes, es imposible ayudar al pobre, destruyendo al rico, no se puede beneficiar al empleado, presionando a quien paga el salario, es imposible resolver problemas económicos mientras se gaste más de lo que se gana, no es nada aconsejable garantizar una adecuada seguridad con dinero prestado, no se puede promover al emprendedor quitándole su independencia e iniciativa y así unas cuantas verdades más.
A esto añadiré otra lección de Abraham Lincoln:“Un político puede engañar a unos todo el tiempo, y puede engañar a todos por algún tiempo. Pero lo que no podrá lograr es engañar a todos todo el tiempo”.
Así nos seguirá yendo. Pero esto tiene que cambiar, esto... va a cambiar y lo cambiaremos entre todos.
Muchas gracias.

martes, 7 de diciembre de 2010

¿Qué hacemos con el Sr. Zarrías?

Está claro que llevamos un final de Noviembre y un principio de Diciembre pletórico. Pero lo que no se puede dejar pasar con respecto a la huelga de los controladores aéreos es pedir responsables y exigir las responsabilidades correspondientes y actuar de inmediato. España no debe pasar por estas situaciones límites y menos en estos momentos de gran inestabilidad nacional, europea y si se me permite mundial.
Y hablando del Gobierno, otra pregunta del millón: ¿cómo se actuará con el Sr. Zarrías? Recordaré que este señor, D. Gaspar Zarrías, cuyo cargo es el de Secretario de Política Territorial, se dedicó, en momentos de gran tensión, en donde se debían de tomar decisiones trascendentales para nuestra nación, a acusar al PP de ponerse del lado de los presuntos delincuentes (los controladores) y contra los ciudadanos. Afirmaba que detrás del “huelga salvaje” se encontraba el PP. Declaraba que “o se está con el Gobierno y los ciudadanos o con los controladores”. Algo digno, dignísimo... para que ya le hubieran cesado de ese cargo de responsabilidad. Sólo nos quedará solicitar la comparecencia del Ministro de Política Territorial Manuel Chaves y oír la cantidad de argumentos del estilo “... y tú más”, justificando y quitando hierro al asunto de su hombre de confianza.


Así nos seguirá yendo. Pero esto tiene que cambiar, esto... va a cambiar y lo cambiaremos entre todos.

Muchas gracias.